El diseño siempre fue mi manera de entender el mundo.
Entre la sensibilidad y la estructura, encontré un lenguaje propio: uno que combina la forma, la estrategia y la emoción como partes de un mismo relato visual.
Nací en una familia donde el diseño y la palabra eran parte del lenguaje cotidiano.
Hijo de un arquitecto y de una licenciada en Letras, crecí entre planos, materiales y libros; entre la precisión de la forma y la profundidad del sentido.
Formado en Diseño de Indumentaria y Textil en la Universidad de Buenos Aires, comencé mi recorrido explorando cómo una idea puede transformarse en experiencia estética. Fui ayudante de cátedra en la Cátedra Saltzman, y obtuve diversos reconocimientos en concursos, como Jóvenes Creadores de Moda de Lycra–DuPont, Nokia Design Challenge y Denim Philosophy, entre tantos.
Una beca en Saint Martin’s College (Londres) me permitió profundizar en Marketing y Diseño de Modas, ampliando mi mirada hacia el diseño como estrategia y construcción de identidad.
A mi regreso, fundé Walló, una marca de accesorios en cuero que me permitió adquirir una sólida experiencia en marroquinería artesanal, dirección de producto y desarrollo de materiales.
Más tarde, me incorporé a la marca Tramando de Martin Churba, donde desempeñé el rol de Diseñador de Pret-à-porter y Haute Couture, a cargo de las líneas de noche. Desde allí participé en la expansión internacional de la marca hacia Dubái, Japón, Galeries Lafayette (Francia) y Buenos Aires.
Durante ese período, también exploré la producción cultural, cofundando una de las fiestas gay electrónicas más emblemáticas de Buenos Aires y obteniendo licencias de otras Fiestas de Brasil y España. Durante una década, lideré su identidad visual, vestuario, escenografía y dirección artística, integrando el diseño con la performance y la narrativa visual.
En 2016, lancé mi proyecto personal MARTEWALL, una marca de pret-à-porter enfocada en piezas únicas, donde la experimentación textil y la visión conceptual se unen para crear un lenguaje propio. Con el tiempo, la marca alcanzó proyección internacional, exportando a Emiratos Árabes (EMIC).
En paralelo, amplié mi campo de trabajo hacia el diseño gráfico y la dirección de arte, colaborando con agencias y estudios de marketing como freelancer, especializándome en branding, imagen y estética visual.
Mi trayectoria en el sector del lujo consolidó mi comprensión sobre la coherencia estética, la narrativa visual y el poder del detalle. Haber transitado cada etapa del proceso creativo —desde el producto hasta la estrategia de marca— me permitió desarrollar una visión integral del diseño como experiencia.
Hoy, esa mirada se traduce en mi labor como Director Creativo, un rol donde convergen arte, diseño y comunicación.
No concibo el diseño como una disciplina, sino como un sistema de sentido: una forma de guiar, emocionar y construir belleza con propósito.
